top of page

Un problemático viaje a Rupac


Encaminados a Huaral, el primer viaje de mi cuñado. Rupac sería un desafío para los dos.


Salimos tarde de Lima. Problemas con el equipo que tenía que llevar para pasar la noche a gusto nos hizo salir casi al medio día. Ya en Huaral a las 3:30 pm nos dirigimos a Pampas. En el Camino pudimos apreciar el cambio del cielo de gris a azul que tanto amamos ver en las fotografías de los viajeros.

Sí, nos costó encontrar una movilidad para ir a Pampas. Este se avivó cobrando de más excusándose que ya no tenía combustible, la viveza peruana siempre se aprovechará de la necesidad de los viajeros. No nos quedo de otra que aceptar el pago extra.

Luego de ir diez veces a Rupac, esta onceaba no era una más, siempre las experiencias varían de una u otra forma. Encaminamos hacia Rupac, sabía que no iba a ser fácil y aunque lo había bajado de noche jamás lo había subido a oscuras.

Nos gano la puesta de sol y la oscura noche nos dio una experiencia única a vivir. Fueron incontables vueltas las que realizamos a las montañas, no encontrábamos el final de una con otra. Y aunque la risa y música que por un momento pudimos disfrutar, el cansancio nos venció. Fueron muchas las paradas que hicimos, esta vez no nos preparamos para ir con peso en las mochilas.

Varios letreros nos indicaban la cantidad de kilómetros de los cuales estaba cerca nuestro destino final. Pues pareció mucho más que 11 kilómetros los que recorrimos y para ser franco a pesar de haber sido primer viaje de mi cuñado, lo hizo bien. A sus 19 años pudo subir una montaña con un grado de dificultad alta para muchos viajeros y de noche.

El olor a leña y los gritos de “HEY, HEY”; nos dio un último aliento para llegar a nuestro destino. La sorpresa, muchas carpas con personas en ellas. Y aunque no disfrutamos de la noche que nos regalo una luna llena por la fuerte ventisca que duro toda la madrugada, pudimos descansar para poder ver el bello amanecer.

Ya de día fuimos a caminar por las chulpas, pero mi cuñado no pudo más, así que regresamos para que descansara y yo poder proseguir con la caminata. Nuevamente me sorprendía al verlas por onceaba vez. Tantas anécdotas que tengo allí y una más para poder contar a mi hijo cuando ya pueda entender mejor lo que vaya a decir, pues solo es un bebé.

En esta oportunidad pude apreciar lo tan cuidado o descuidado que están estas ruinas. Pues no veo ningún daño como pintura o escritura con liquid paper, pero si mucho huaqueo. Siendo las 10 am bajamos a almorzar donde un buen amigo que conocimos durante la subida.

Luego, retornamos en un carro al terminal para llegar a Lima.

CONTACTO Almuerzo Mi Ceci

672 - 1906 / 991 - 146 - 316 / 987 - 631 - 125

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
bottom of page